Monday, October 23, 2006
La Desnudez de la pobreza
En un noticiero miré las casas hechas para gente pobre hechas por una empresa x, pero supervisadas por el gobierno, las casas para la gente de la toma de Peñalolén; y lo que más me llamó la atención era la bruta evidencia de su pobreza, se veían desnudas con sus instalaciones a la vista, jardines a la vista, sin nada que esconder o mas bien para que nada quede lejos del escrutinio de las miradas, como un ser humano que tiene sólo su pellejo flaco y se le translucen las venas y las vértebras del espinazo.
Pienso en los antiguos criterios de la vivienda para pobres (sin eufemismos), veo los cités que todavía quedan, que se hacían con bellas fachadas... en un acto de esconder en el closet, donde la acción es segregar negando la existencia, tapando y disimulando quizá inconscientemente en un acto de evitar la culpa, pensemos que era el siglo XIX, y la religión era aun mas importante y el mensaje era el de la encíclica Renum Novarum, y la cuestión social.
Que pasa después de Escrivá de Balaguer (pensemos que los grupos económicos siguen siendo influenciados por la iglesia en este país), cuando ser rico en definitivas cuentas no es malo, es una bendición por el trabajo, dios le sonríe a quien trabaja; el pobre debe resignarse a su condición de tal; asumir que si es pobre es por su culpa, por lo tanto no hay CULPA, pueden mostrarse como son, no hay que esconderlos pues ellos se lo buscaron.
Otro analisis es aún posible si nos remitimos a Foucault; La identificación del delincuente - pobre hace necesario tenerlos identificados y vigilados, acotados, registrados...con acceso al carro policial y a las miradas del vigilante y de cualquier “vieja sapa”....de allí nacen las agrupaciones en medio de terrenos vacíos con las 4 caras despejadas de los volúmenes, y que se transformen en “él” modelo de vivienda mas masivo y corriente, y éste responde a una lógica objetiva, a la de la vigilancia.
Las mismas viviendas tienen las escaleras agrupadas en un sólo punto, siempre es posible ver quien llega y quien se va, todo se escucha y se sabe (el derecho al silencio y al secreto es privilegio de entre quienes no cae la sospecha, los que tienen derecho al bunker), las casas mismas (o habitáculos) están desnudos, sin revestimientos, permitiendo esa permeabilidad.
El privilegio del revestimiento, de estar vestido y abrigado es privativo de quien pueda pagarlo, y si pensamos en históricos sectores de fachadas gruesas habitados por pobres, que van siendo demolidos, con sus habitantes trasladados a ghetos extramuros, sin posibilidad de salir de allí (el pasaje de bus o metro es cada vez mas caro) y llegan habitantes al centro de la ciudad del tipo “deseable”, autocontrolados por la disciplina que les dio la educación y el estar adscritos al sistema, si fue capaz de conseguir un trabajo y/o estudiar, quiere decir que se ciñe a las normas de comportamiento, respeta la propiedad privada y produce, pues para comprar un departamento es escrutado por los comités de los bancos quienes son finalmente los que deciden a quien incluyen y a quien no, no es la religión ni un partido político, es si gana lo suficiente, es constante, no figura en Dicom o bien si lo hizo, ya pagó sus cuentas y se le da la posibilidad de desaparecer de la lista negra, ellos son los que habitan los nuevos barrios expropiados a los pobres. Y no es paranoia, es algo que cualquiera constata al intentar comprar un lugar donde vivir que no sea el gheto.
Además la condición de poder optar al gheto y los beneficios estatales está supeditado a estar registrado con todo lo que se tiene y no, a la ficha CASEN, verdadero registro taxonómico de los excluidos del sistema bancario.
Pero lo que me mueve aquí es el resultante de estos movimientos de registro, es los tipos de ciudad resultantes de acuerdo al nivel en que cada individuo se adscribe, una determinación de la forma urbana de acuerdo al grupo al que se pertenece y como tesis en general la violación de los derechos humanos de forma sutil y escalonada que genera la forma misma de la ciudad, y como esos derechos son violados de distinta forma de acuerdo al tipo de ciudad en que se vive;
1. La ciudad Bunker
2. La ciudad enrejada
3. La ciudad desnuda
El resto, los definitivamente excluidos no conforman ciudad, son extraños en todas e indeterminables en número, son los que generan el miedo y que tienen distinto grado de relación con las tres ciudades.
1. Se notan a simple vista, control general de hasta comunas enteras cercadas.
2. Se desplazan en ella pero no pueden entrar a los feudos-condominios ( el grado de control es mas individual)
3. Se refujian aquí, pero son ubicables, ya que todo es traspasable por la autoridad y no pertenecen al registro catálogo (la ficha casen), de ahí la utilidad en que sea desnuda, sin pliegues y recovecos.
Es de interés notar el grado de permeabilidad progresivo en términos físicos de cada tipo, donde comienzan a operar otros sistemas de restricciones en los individuos con tal de ser excluidos siempre que se pueda, y es este miedo a la exclusión lo que hace posible el que voluntariamente se pueda ser sometido al escrutinio del estado, bancario o de otro tipo.
Un corolario de este análisis es que el estado se preocupa de vigilar al tercer grupo con mayor celo, el segundo y el tercero por medio de las entidades de financiamiento, desde la multitienda, el supermercado a los bancos.
Llamaría a ésto la ciudad DICOM.
¶ 8:46 PM Pienso en los antiguos criterios de la vivienda para pobres (sin eufemismos), veo los cités que todavía quedan, que se hacían con bellas fachadas... en un acto de esconder en el closet, donde la acción es segregar negando la existencia, tapando y disimulando quizá inconscientemente en un acto de evitar la culpa, pensemos que era el siglo XIX, y la religión era aun mas importante y el mensaje era el de la encíclica Renum Novarum, y la cuestión social.
Que pasa después de Escrivá de Balaguer (pensemos que los grupos económicos siguen siendo influenciados por la iglesia en este país), cuando ser rico en definitivas cuentas no es malo, es una bendición por el trabajo, dios le sonríe a quien trabaja; el pobre debe resignarse a su condición de tal; asumir que si es pobre es por su culpa, por lo tanto no hay CULPA, pueden mostrarse como son, no hay que esconderlos pues ellos se lo buscaron.
Otro analisis es aún posible si nos remitimos a Foucault; La identificación del delincuente - pobre hace necesario tenerlos identificados y vigilados, acotados, registrados...con acceso al carro policial y a las miradas del vigilante y de cualquier “vieja sapa”....de allí nacen las agrupaciones en medio de terrenos vacíos con las 4 caras despejadas de los volúmenes, y que se transformen en “él” modelo de vivienda mas masivo y corriente, y éste responde a una lógica objetiva, a la de la vigilancia.
Las mismas viviendas tienen las escaleras agrupadas en un sólo punto, siempre es posible ver quien llega y quien se va, todo se escucha y se sabe (el derecho al silencio y al secreto es privilegio de entre quienes no cae la sospecha, los que tienen derecho al bunker), las casas mismas (o habitáculos) están desnudos, sin revestimientos, permitiendo esa permeabilidad.
El privilegio del revestimiento, de estar vestido y abrigado es privativo de quien pueda pagarlo, y si pensamos en históricos sectores de fachadas gruesas habitados por pobres, que van siendo demolidos, con sus habitantes trasladados a ghetos extramuros, sin posibilidad de salir de allí (el pasaje de bus o metro es cada vez mas caro) y llegan habitantes al centro de la ciudad del tipo “deseable”, autocontrolados por la disciplina que les dio la educación y el estar adscritos al sistema, si fue capaz de conseguir un trabajo y/o estudiar, quiere decir que se ciñe a las normas de comportamiento, respeta la propiedad privada y produce, pues para comprar un departamento es escrutado por los comités de los bancos quienes son finalmente los que deciden a quien incluyen y a quien no, no es la religión ni un partido político, es si gana lo suficiente, es constante, no figura en Dicom o bien si lo hizo, ya pagó sus cuentas y se le da la posibilidad de desaparecer de la lista negra, ellos son los que habitan los nuevos barrios expropiados a los pobres. Y no es paranoia, es algo que cualquiera constata al intentar comprar un lugar donde vivir que no sea el gheto.
Además la condición de poder optar al gheto y los beneficios estatales está supeditado a estar registrado con todo lo que se tiene y no, a la ficha CASEN, verdadero registro taxonómico de los excluidos del sistema bancario.
Pero lo que me mueve aquí es el resultante de estos movimientos de registro, es los tipos de ciudad resultantes de acuerdo al nivel en que cada individuo se adscribe, una determinación de la forma urbana de acuerdo al grupo al que se pertenece y como tesis en general la violación de los derechos humanos de forma sutil y escalonada que genera la forma misma de la ciudad, y como esos derechos son violados de distinta forma de acuerdo al tipo de ciudad en que se vive;
1. La ciudad Bunker
2. La ciudad enrejada
3. La ciudad desnuda
El resto, los definitivamente excluidos no conforman ciudad, son extraños en todas e indeterminables en número, son los que generan el miedo y que tienen distinto grado de relación con las tres ciudades.
1. Se notan a simple vista, control general de hasta comunas enteras cercadas.
2. Se desplazan en ella pero no pueden entrar a los feudos-condominios ( el grado de control es mas individual)
3. Se refujian aquí, pero son ubicables, ya que todo es traspasable por la autoridad y no pertenecen al registro catálogo (la ficha casen), de ahí la utilidad en que sea desnuda, sin pliegues y recovecos.
Es de interés notar el grado de permeabilidad progresivo en términos físicos de cada tipo, donde comienzan a operar otros sistemas de restricciones en los individuos con tal de ser excluidos siempre que se pueda, y es este miedo a la exclusión lo que hace posible el que voluntariamente se pueda ser sometido al escrutinio del estado, bancario o de otro tipo.
Un corolario de este análisis es que el estado se preocupa de vigilar al tercer grupo con mayor celo, el segundo y el tercero por medio de las entidades de financiamiento, desde la multitienda, el supermercado a los bancos.
Llamaría a ésto la ciudad DICOM.
